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Los 5 niveles de la creatividad

Todos somos creativos, pero de distintas maneras y en distintos grados. Estos son los cinco niveles de la creatividad: 

Creatividad mimética: Mímesis significa imitar o mimetizar. Es la forma más rudimentaria de la creatividad. Para potenciar este tipo de creatividad, viaja a nuevos lugares y conoce a gente diferente. Asegúrate de buscar patrones y puntos de referencia, así como indicadores de éxito o de fracaso de que realmente tienes buenas ideas sobre lo que realmente funciona y lo que no y del porqué. 

Creatividad bisociativa: El término bisociativo describe cómo nuestra mente consciente, cuando está relajada, es capaz de conectar pensamientos racionales con pensamientos intuitivos para producir momentos Eureka. La creatividad bisociativa se produce cuando una idea familiar se conecta a otra que es poco familiar y produce una idea híbrido novedosa. 

Creatividad analógica: Utiliza analogías para transferir de un dominio que creemos comprender (la fuente), para ayudar a resolver un desafío en un área desconocida (el objetivo). En esencia, las analogías son puentes que permiten que nuestros procesos cognitivos transporten rápidamente clusters de información de lo desconocido a lo conocido, y viceversa. Las analogías también se pueden utilizar el pensamiento vinculado al hábito.

Creatividad narrativa: Es el arte de contar historias. Nuestras historias personales son seguramente el último uso de la creatividad narrativa cuando inventamos y reinventamos la historia de nuestra vida. De esta manera, algo que es profundamente personal se vuelve alegórico o de importancia mítica. Este tipo de creatividad puedes mejorarlo practicando el storyboarding o participando en la creación de escenarios para proyectar posibles cursos de acción.

Creatividad intuitiva: el último nivel de la creatividad. Y el más difícil. La idea básica es relajar la mente para crear un estado de conciencia de flujo donde las ideas surgen fácilmente. Existen numerosos enfoques para desarrollar este flujo de creatividad, Por ejemplo, la escritura libre es un método para conectarnos con nuestro yo intuitivo simplemente observando lo que fluye del lápiz  o de pulsar las teclas del ordenador. 

Lo más importante, sin embargo, es recordar que, cuando se trata de pensar creativamente, cualquier persona tiene espacio para mejorar. 

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