Es solo una teoría, pero te ofrezco considerarla. Quizás uno de los orígenes del miedo al fracaso sea el poderoso mensaje que la sociedad en general transmite constantemente a la hora de proteger la autoestima de los niños.
Una parte esencial de ese mensaje es ¡protegedlos de los fracasos!. Es verdad que este tipo de mensaje puede ser útil para el problema inmediato de la decepción de un niño, pero sin duda puede resultar dañino a largo plazo.
Contemplar los fracasos como un paso natural en cualquier proceso de aprendizaje es una aproximación que no sólo minimizará las seguras decepciones que viviremos en el futuro sino que también hará que el éxito se realmente más cercano.
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