Ir al contenido principal

Robot volador


Los murciélagos tienen un mecanismo de vuelo muy sofisticado. Al tener más de 40 articulaciones en sus alas, estos mamíferos voladores pueden mover ambas extremidades de manera independiente y realizar maniobras que resultan imposibles para las aves o para los insectos.
Inspirándose en los murciélagos, unos científicos han creado Bat Bot, un robot volador, capaz de alcanzar los 50 kilómetros por hora y de cambiar de dirección en el aire.

El Bat Bot, de 93 gramos de peso y 47 centímetros de envergadura, tiene el tamaño aproximado de un murciélago.
En el lugar de la cabeza, lleva un ordenador que actúa como cerebro y unos sensores que actúan como órganos sensoriales. Tiene una estructura de fibra de carbono a modo de esqueleto. Pero lo más novedoso del robot murciélago son las alas. Formadas por membranas muy, muy finas (56 micras de grosor), flexibles como las de un murciélago real. Y están equipadas con nueve articulaciones que le permiten una variedad de movimientos sin precedentes entre los robots voladores.

Esas membranas flexibles de silicona le confieren su ventaja más importante: la seguridad. El Bat Bot es menos peligroso en caso de colisión.
En las pruebas realizadas, el Bat Bot se ha mostrado capaz de volar en línea recta sin contratiempos a una velocidad media de 20 km/h; de bajar en picado como hacen los murciélagos para cazar insectos a 50 km/h; de mover las dos alas de manera independiente; y de realizar cambios bruscos de dirección en el aire en una maniobra propia de los murciélagos que está fuera del alcance de las aves.

La capacidad de maniobrar con rapidez puede ser especialmente útil en estructuras altas de acero, donde puede haber vientos fuertes y también para inspeccionar zonas catastróficas como la central nuclear de Fukushima, donde los robots terrestres no pueden desplazarse bien y donde no puede ponerse en riesgo a las personas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La historia de los Lacasitos

Hablar de las conocidas grageas de chocolate con leche cubiertas por 150 capas de azúcar de siete colores diferentes (blanco, rojo, marrón, azul, verde, amarillo y naranja) es hablar de innovación.  Aunque mucha gente piensa que se trata de un plagio de los Smarties (a los que sí parece que plagió M&M's), el invento en cuestión (1982) procede de cuando los hermanos Lacasa – propietarios de una empresa centenaria fabricante de turrones – probaron los Lenti , un producto de chocolate del tamaño de una lenteja, en un viaje a Italia.  A la vuelta, pensaron en hacer un producto similar en su fábrica de Utebo (Zaragoza). Los hermanos Lacasa convencieron al maestro chocolatero de la casa italiana, Romano Quianelli, para que se fuera con ellos. Era 1979. Primero presentaron un producto parecido al actual en una Feria Internacional y tras el éxito cosechado siguieron mejorando su receta hasta la que conocemos actualmente. En quién se inspiró Quianelli para crear ...

Los ojos de las polillas

Para los insectos nocturnos , es muy importante que sus ojos no reflejen la luz , ya que la reflexión hace que el insecto sea vulnerable a los depredadores. Las polillas suelen ir en busca de alimentos al atardecer, por lo que serían fácilmente presa de pájaros, ranas, lagartos, gatos... Por ello, la naturaleza ha diseñado sus ojos con unas pequeñas protuberancias que no reflejan la luz, evitando así señalar su posición a estos depredadores. Los ojos de las polillas están conformados por una estructura organizada de cientos de pilares nanoscópicos hexagonales, de aproximadamente 20 nm de diámetro y de altura, que dotan a la superficie del ojo de un carácter casi antirreflectante para la luz visible en cualquier dirección.  El aumento en la transmisión en la transmisión y la reducción en la reflexión se consigue mediante un ajuste continuo de los índices de refracción en la interfaz entre la córnea y el aire, que se logra mediante pequeñas protuberancias en la...

Palabras al azar

Esta técnica proporciona una variedad de estímulos con rapidez con la finalidad de obtener una perspectiva más fresca de nuestro problema o reto creativo. Utiliza los pasos que menciono a continuación para practicar la técnica y para comprobar cómo te funciona: 1) Determina el problema o reto creativo Piensa en primer lugar en un reto creativo o en una nueva idea que te gustaría desarrollar. Escribe unas cuantas líneas sobre dicho reto creativo. Cuando lo hayas hecho, deja de lado tu problema durante unos instantes. 2) Selecciona una palabra al azar Selecciona una palabra al azar (existen listas de palabras diseñadas a tal efecto). Por ejemplo, en mi caso ha salido la palabra LUNA . Emplea un tiempo en buscar asociaciones con esta palabra. ¿Qué te hace pensar en ella? ¿Qué recuerdos te trae? Anota una serie de palabras o frases cortas que te sugieran esa palabra. 3) Fuerza la conexión Ahora vuelve a tu problema o reto creativo. Piensa en las asoc...