Ir al contenido principal

Encontrar inspiración


Todos necesitamos de cierta inspiración en alguna ocasión. Aunque no siempre es sencillo inspirarnos. Unas veces, no nos sentimos motivados; otras, no tenemos ninguna pista de cómo inspirarnos.

Los psicólogos que estudian la inspiración se han dedicado hasta ahora a temas relacionados con su definición y con su enfoque. Sólo ahora parece que progresan hacia una mirada más práctica.
Los investigadores nos sugieren algunos consejos para inspirarnos:


No te rindas cuando te sientas incapaz de inspirarte. Sería fácil pensar, especialmente cuando estás en el marasmo, que no eres una persona motivada o de talento. No es cierto. Puedes salir del marasmo con las condiciones adecuadas.

 Acepta que está bien, y tal vez sea incluso aconsejable, contemplar a  los demás como fuentes de inspiración. Las ideas y creencias de los demás pueden ser las que nos ayuden a guiarnos a alturas mayores.

Tómate un descanso mental para permitirte reenfocar. Adentrarte en tus propios procesos mentales puede proporcionarte fuentes inesperadas de inspiración.

Utiliza la espontaneidad. Tomarte ese descanso mental también puede suponer el descanso de la rutina en la que te encuentras y verás las cosas bajo una luz diferente.

Lee algo. Es posible que simplemente te hayas quedado sin ideas. Tal vez estás cansado de cocinar las mismas comidas semana tras semana. Actualizar tu receta puede conducirte a una serie de ideas completamente nuevas, o a ideas que representan grandes variaciones grandes de tu receta estándar.

Asóciate con otros. Con personas como tú que también buscan nuevas fuentes de inspiración. Juntos, podéis encontrar muchas más ideas creativas de las que podrías obtener por tu cuenta.

Sé consciente de que algunas veces no te sentirás inspirado. Está bien pasar el día en el sofá, navegando por Internet o, simplemente, relajándote. Tal vez hace frío y afuera hace un día gris. Un día de descanso ocasional no te privará de alcanzar tus metas.

Rompe tu inspiración en trozos manejables. No te viene ninguna gran idea, pero quizá puedes tener varias pequeñas ideas con las que construir algo grande.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Trazar diagonales

Examinar los cruces , escrutar las confluencias , pensar en la transversalidad . Al igual que en una red los puntos de mayor fortaleza son los nodos existentes entre las cuerdas , los espacios comunes que se dan en disciplinas aparentemente inconexas son las zonas donde se encuentran las mayores posibilidades para que las ideas y la creatividad puedan fluir y expresarse en su máxima potencia.

Crear un ambiente de pensamiento

Si aquellas personas que tienen a su cargo a otras personas trabajaran en una empresa de ambiente de pensamiento , sabrían que, tan  pronto cómo abriesen la puerta de su oficina por las mañanas, la gente estaría interesada en lo que ellos (los jefes) realmente piensan que son los desafíos pequeños y grandes. Esto es lo que plantea Nancy Klein creadora y pionera del desarrollo de la teoría y el proceso del ambiente de pensamiento , un modelo que permite a las personas convertir sus equipos, organizaciones y relaciones en ambientes de reflexión , en el cual las personas en todos los niveles de la empresa, pueden pensar por sí mismos con rigor, imaginación y coraje.  Con ello, la autora quiere desterrar el concepto de trabajadores pasivos, que no se atreven a decir lo que piensan por temor crear conflictos. El resultado después de instaurar este ambiente es más creatividad y más innovación .  Para lograr

La historia de los Lacasitos

Hablar de las conocidas grageas de chocolate con leche cubiertas por 150 capas de azúcar de siete colores diferentes (blanco, rojo, marrón, azul, verde, amarillo y naranja) es hablar de innovación.  Aunque mucha gente piensa que se trata de un plagio de los Smarties (a los que sí parece que plagió M&M's), el invento en cuestión (1982) procede de cuando los hermanos Lacasa – propietarios de una empresa centenaria fabricante de turrones – probaron los Lenti , un producto de chocolate del tamaño de una lenteja, en un viaje a Italia.  A la vuelta, pensaron en hacer un producto similar en su fábrica de Utebo (Zaragoza). Los hermanos Lacasa convencieron al maestro chocolatero de la casa italiana, Romano Quianelli, para que se fuera con ellos. Era 1979. Primero presentaron un producto parecido al actual en una Feria Internacional y tras el éxito cosechado siguieron mejorando su receta hasta la que conocemos actualmente. En quién se inspiró Quianelli para crear un ch