Nuestros amigos de Facebook, nuestros contactos de WhatsApp, nuestros seguidores de Twiter y nuestra red de Google + nos proporcionan mucha información y opiniones.
En cierto modo, al circunscribirnos a estos círculos lo que solemos hacer es ignorar las opiniones contrarias a las nuestras y garantizar las opiniones que nos llegan son aquellas con las que sabemos que vamos a estar de acuerdo de antemano. En otras palabras, tendemos a recibir informaciones que confirman nuestros prejuicios.
Se trata de una estrategia muy inadecuada para nosotros. El conocimiento y la creatividad requieren cultivar una mente abierta y un espíritu crítico.
No se puede pensar con claridad sin aprender a inclinar la cabeza en el ángulo adecuado para entender los argumentos contrarios.
Sin considerar opiniones distintas a las nuestras el progreso no es posible.
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