En liderazgo hay una frase muy conocida que reza lo siguiente: "Decir "No lo sé" es un acto de liderazgo que invita a los demás a participar". ¿Qué sucede cuando en innovación decimos "no lo sé"?
Desde luego, depende mucho de con qué voz digamos esa frase. Podemos expresarla con los hombros caídos, con una voz resignada y con sentimientos de parálisis. Una voz que sin duda nos hace sentir, atrapados, perdidos, sin esperanza.
Pero también puede tratarse de una voz diferente. Una voz que implique curiosidad y deseo de saber. Una voz que traiga consigo un espíritu de investigación, de probar, de experimentar.
Este tipo de acercamiento es el que necesitan las organizacionmes de hoy en esta época de incerteza y ambigüedad. Un acercamiento que propicie el optimismo y la agilidad. No saber nos libera de la angustiosa necesidad de saberlo todo y nos permite explorar nuevas ideas, nuevos horizontes y nuevos paradigmas.
En suma capacita a las personas y a las organizaciones para abrazar el futuro con la mente abierta.
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