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Educar al cerebro





¿Es posible olvidar las cosas que hemos aprendido? ¿Cambiar los patrones profundamente impresos en nuestro comportamiento? La respuesta categórica, es: Sí, es perfectamente posible.


Fíjate en esta apasionante historia: un ingeniero estadounidense recibió una bicicleta preparada por un grupo de soldadores. A través de unos engranajes introducidos en el manillar, la nueva "bicicleta" tenía una variación: al girar el manillar a la derecha, la rueda lo hacía a la izquierda y viceversa.


Parecía algo sencillo de asimilar pero “el invento” supuso todo un reto no únicamente para el cerebro del ingeniero, sino para todos aquellos incautos que probaron el invento. 


La gente tenía el conocimiento de cómo manejar la bicicleta, pero no la comprensión. El reto del ingeniero fue el de volver a aprender a montar su bicicleta. ¡Tardó ocho meses en mantenerse firme y conducir el vehículo! 


Pero duró poco. Una vez su cerebro eliminó los procesos a seguir para montar una bicicleta normal para reescribir las nuevas órdenes para el complejo invento, se dio cuenta de ahora era incapaz de montar de nuevo su antigua bicicleta. 


Tras intentarlo duramente su cerebro, desconectado de aprender y olvidar procesos antagónicos relacionados con el mismo objeto, volvió a cambiar de chip y recordó aquello que había relegado en segundo plano.


Impresionante, ¿verdad? Podemos cambiar nuestros patrones, educando al cerebro, y también conviene ser muy cuidadosos acerca de cómo interpretamos las cosas, ya que inevitablemente vemos el mundo de forma sesgada.

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