Funcionan cuando las tareas
necesarias para obtener los objetivos propuestos son simples y no
requieren de la utilización de habilidades cognitivas mínimamente
rudimentarias.
Al final, por lo tanto, el tema es cuestión de
enfoque o de atención, si lo prefieres.
Citando a Tony Robbins, donde pones tu atención, pones tu energía. Y como bien demuestra Daniel
Pink, si la energía está permanentemente puesta en el resultado, el
desempeño - en un rango enormemente elevado de tareas - colapsa.
Además,
si la sensación de desbordamiento y de bloqueo permanece en el tiempo,
existe el riesgo de caer en el surmenage o “síndrome de fatiga crónica”.
Esta expresión describe el hecho de que la batería se agota, y ello en
parte es debido a una inadecuada canalización de nuestra energía.
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