Ir al contenido principal

Ceguera por falta de atención

Nuestro cerebro es de la Edad de Piedra. Dicho de otra manera, tenemos exactamente el mismo cerebro que nuestros antepasados. Su capacidad de atención tiene serias limitaciones que el ritmo de la vida moderna pone constantemente en evidencia. Y lo peor, no podemos evitar esta limitación biológica por más determinación o fuerza de voluntad que pongamos en juego.

Piensa en lo siguiente: los seres humanos existimos desde hace unos 200.000 años y durante el 99 % de ese tiempo nos hemos dedicado esencialmentre a sobrevivir y a procrear. Imagínate cómo debía ser la vida hace, pogamos, 100 años atrás. Nada que ver con el frenético ritmo actual, ¿verdad? 

Miles de años atrás, cuando nada cambiaba ahí fuera excepto las estaciones, el cerebro se convirtió en un detector de cambio destinado a ser distraído por la novedad o por cualquier cosa que fuese poco común. Un sonido o un movimiento brusco, podía significar una posible amenaza. Teníamos por tanto que estar preparados para todo y, por ello, nuestros detectores de cambio se hallan constantemente en alerta. Este estado mental se come una porción importante del poder de nuestro cerebro que, biológicamente, es limitada y fija.

Cambiar la atención supone un alto coste energético. Y no somos especialmente buenos en ello sobre todo dada la inmensa cantidad de estímulos a los que tenemos que prestar atención en comparación con los que tenían que gestionar nuestros antiguos cerebros. 

El cerebro humano, por otra parte, opera a baja velocidad. Le pedimos que ordene, clasifique, analice y priorice una inmesa cantidad de datos pero nunca evolucionó para poder hacer estos malabares. Y ahí es donde estamos.

Necesitamos la mitad del ancho de banda de nuestro cerebro para prestar atención a una persona que habla. Por eso, la multitarea degrada el rendimiento. Todo ello hace aún más complicado que podamos distinguir lo trivial de lo importante. 

La denominada "ceguera por falta de atención" no es propiamente un defecto, sino una consecuencia de cómo se ha desarrollado nuestro cerebro. Por eso, ignoramos todo aquello que no sea una prioridad inmediata incluso auqnue lo tengamos delante de nuestros ojos.

Nuestra atención tiene un proceder taxativo: lo que se encuentra más allá de su perímetro constituye un punto ciego

Justamente por eso, nunca sabemos lo que nos estamos perdiendo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La historia de los Lacasitos

Hablar de las conocidas grageas de chocolate con leche cubiertas por 150 capas de azúcar de siete colores diferentes (blanco, rojo, marrón, azul, verde, amarillo y naranja) es hablar de innovación.  Aunque mucha gente piensa que se trata de un plagio de los Smarties (a los que sí parece que plagió M&M's), el invento en cuestión (1982) procede de cuando los hermanos Lacasa – propietarios de una empresa centenaria fabricante de turrones – probaron los Lenti , un producto de chocolate del tamaño de una lenteja, en un viaje a Italia.  A la vuelta, pensaron en hacer un producto similar en su fábrica de Utebo (Zaragoza). Los hermanos Lacasa convencieron al maestro chocolatero de la casa italiana, Romano Quianelli, para que se fuera con ellos. Era 1979. Primero presentaron un producto parecido al actual en una Feria Internacional y tras el éxito cosechado siguieron mejorando su receta hasta la que conocemos actualmente. En quién se inspiró Quianelli para crear ...

Trazar diagonales

Examinar los cruces , escrutar las confluencias , pensar en la transversalidad . Al igual que en una red los puntos de mayor fortaleza son los nodos existentes entre las cuerdas , los espacios comunes que se dan en disciplinas aparentemente inconexas son las zonas donde se encuentran las mayores posibilidades para que las ideas y la creatividad puedan fluir y expresarse en su máxima potencia.

La barra de oro

He aquí un reto creativo para poner a prueba tu talento y tu creatividad : Un empleado se empeña en que su jefe le page con una onza de oro al día . El jefe dispone de una barra de oro cuyo valor equivale a la paga de una semana (7 días). La barra está fragmentada en siete partes iguales pero sólo se le puede hacer dos cortes . Premio a la mejor respuesta :  En el anterior reto creativo, publicado en este mismo blog el pasado 25 de noviembre, se premiaba la respuesta más creativa (y adecuada). El obsequio (un ejemplar firmado de mi libro " Creatividad. Observar y pensar de forma diferente " ya está en Vitoria en manos de Isra. Su respuesta fue la que consideré que era merecedora de ese detalle. ¿Qué contestó Isra a la pregunta planteada?:  Trasnochar (¡) Muchas gracias a todas las personas que participaron y felicidades a Isra.