Si aquellas personas que tienen a su cargo a otras personas trabajaran en una empresa de ambiente de pensamiento, sabrían que, tan pronto cómo abriesen la puerta de su oficina por las mañanas, la gente estaría interesada en lo que ellos (los jefes) realmente piensan que son los desafíos pequeños y grandes.
Esto es lo que plantea Nancy Klein creadora y pionera del desarrollo de la teoría y el proceso del ambiente de pensamiento, un modelo que permite a las personas convertir sus equipos, organizaciones y relaciones en ambientes de reflexión, en el cual las personas en todos los niveles de la empresa, pueden pensar por sí mismos con rigor, imaginación y coraje.
Con ello, la autora quiere desterrar el concepto de trabajadores pasivos, que no se atreven a decir lo que piensan por temor crear conflictos. El resultado después de instaurar este ambiente es más creatividad y más innovación.
Para lograr un verdadero ambiente de pensamiento hay que lograr instaurar los denominados 10 componentes:
1) Atención: escuchar de verdad y sin interrupción
2) Igualdad: asegurar turnos iguales para pensar y hablar
3) Calma: ofrecer libertad por encima de la urgencia.
4) Preguntas incisivas: encontrar y remover supuestos que distorsionan el pensamiento.
5) Información: Dar hechos y desmantelar la negación.
6) Diversidad: Incentivar la diversidad de pensamiento y los diferentes grupos de identidades.
7) Incentivo: Atreverse a romper las barreras del pensamiento removiendo la competencia interna.
8) Sensibilidad: permitir la suficiente expresión emocional para restaurar el pensamiento.
9) Apreciación: Practicar la relación de 5:1 de apreciación versus criticismo.
10) Lugar: Crear un ambiente físico que diga a las personas: "usted importa".
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