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Shinrin –Yoku (caminar por la naturaleza)



El vocablo Shinrin-Yoku, acuñado en 1982 por el gobierno japonés, consiste en dejar que la naturaleza entre por los cinco sentidos, un “baño de bosque”, como dicen los anglosajones. 

Se trata de dar paseos por un entorno natural poniendo atención al olor que desprenden las plantas, el ruido del viento en las hojas de los árboles y toda la gama de colores y texturas que el entorno nos ofrece. 

Desde luego, se insta a apagar los móviles, a no llevar cascos y evitar ir hablando con alguien sobre la nueva reestructuración que la empresa planea realizar para después de las vacaciones. No se trata en sí de una meditación, pero es básico que nuestra atención esté centrada en el entorno y no se dedique a la anticipación de problemas.

Los estudios demuestran que entre las personas que frecuentan los bosques la hormona cortisol desciende en un 12,4 %, la actividad del nervio simpático, en un 7%, y la presión sanguínea, baja una media de 1.4%. Además, los que practican el Shinrin–Yoku tienen un descenso en la media de infartos de un 5,8 %. Los participantes en los estudios reconocen también que se encuentran con mejor ánimo y que el nivel de ansiedad desciende.

Gracias a estos estudios y también a avanzadas técnicas de neurobiología, sabemos que interactuar con la naturaleza disminuye la actividad del córtex prefrontal, la parte del cerebro, donde residen las funciones cognitivas y ejecutivas tales como planificar, resolver problemas y tomar decisiones. En cambio, la actividad se desplaza a otras partes del cerebro relacionadas con la emoción, el placer y la empatía, características más próximas a la creatividad que a la productividad.

Si te fijas la mayor parte de las actividades de la vida cotidiana, requieren de una atención directa y focalizada (comprobar el email, trabajar frente a un ordenador o encontrar aparcamiento). Sólo con una “soft fascinación”, es decir, “lo que pasa en la mente cuando vemos una mariposa, la puesta de sol o la lluvia” podemos realmente hacer que nuestras mentes descansen y se inspiren.

Así que si quieres sentirte mejor y ser más creativo date pequeños paseos por zonas verdes o, si no es posible, al menos, contempla imágenes de naturaleza.

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