La innovación no tiene límites de edad. La innovación tampoco se apoya en el género, ni en la raza, ni en las creencias, ni en la nacionalidad, ni en el estatus socioeconómico. La innovación no está relacionada con el quién sino con el qué.
La innovación tiene que ver con la pasión, con la voluntad de tomar una pequeña idea y de hacerla grande. Con hacerse la pregunta "qué puedo hacer para enfocar este problema de forma diferente".
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