La intuición
semántica es una técnica de ideación, sencilla pero potente,
originada en el Instituto Battelle de
Frankfurt (Warfield, Geschka, y Hamilton, 1975).
Sus ingenieros estaban muy centrados en la
creación de métodos para la innovación.
Este simple ejercicio utiliza combinaciones de
palabras para nombrar un nuevo producto o resolver un problema de
una manera que replantea el problema de una forma diferente. Este tipo de
proceso aumenta en gran medida el potencial para resolver problemas cortocicuitando los caminos típicos de pensamiento
de los participantes.
La mayoría de las personas desarrollan estilos repetitivos de pensamiento que nos
hacen que utilicemos maneras estrechas al abordar un problema, frustrando así
la posibilidad de crear algo completamente nuevo
y fresco obteniendo por tanto los mismos resultados una y otra vez.
Para crear la intuición
semántica, los ingenieros invirtieron el proceso que normalmente se
utiliza para poner nombre a nuevos productos.
En lugar del clásico enfoque de inventar el producto y después darle el nombre,
decidieron darle el nombre al producto en primer
lugar y luego ver si podían diseñar un nuevo producto a partir de
ahí.
El resultado es nueva
inspiración y nuevas ideas que forman los "objetos brillantes"
que se trabajarán. Los pasos son relativamente simples:
1. Generar dos
conjuntos de palabras relacionadas con el problema
2. Aleatoriamente combinar
una palabra de una serie con una palabra de la otra serie
3. Utilizar la combinación para ayudar a estimular ideas.
Sencillo, pero tremendamente eficaz.
Sencillo, pero tremendamente eficaz.
Comentarios