Con frecuencia me preguntan qué hacer para verdaderamente instaurar una cultura de innovación. Al responder, lo primero que subrayo es que la innovación debe ocurrir en todos los niveles de la empresa. Eso no quiere decir (necesariamente) que la recepcionista vaya a crear un nuevo producto revolucionario. Pero sí significa que cada persona debe buscar y encontrar una manera de hacer su trabajo mejor de lo que nunca se haya hecho antes, y buscar y encontrar nuevas y mejores formas de entregar valor a los clientes (sean internos o externos).
Existe una condición previa imprescindible: entender que la innovación es tarea de todos. Así pues el desafío es cómo extraer el poder creativo de la gente de una manera organizada y sistemática que proporcione un refugio seguro para todos los involucrados, disminuya el miedo al fracaso, y comience a incorporar una verdadera disciplina en torno a la búsqueda y solución de problemas. Ese es el primer paso.
También sugiero a las empresas que se alejen, en un primer momento, de los grandes programas empeñados en una disrupción masiva y comiencen con un único equipo - un director y un grupo de trabajo natural.
.
.
Ahora bien, al hacer esto, el director acuerda implícitamente decir "sí" a las ideas o soluciones de su equipo y éstas reúnen los criterios adecuados:
1. El equipo va a trabajar en algo que siente que precisa de su atención - algo que preocupa o que claramente se dirige a un objetivo de negocio actual. (Es probable que sea algo que le quita el sueño).
2. La idea en cuestión debe referirse a un tema dentro del área de su responsabilidad, su poder y su control - algo a lo que el director pueda dar la luz verde de inmediato sin necesidad de aprobación.
3. El equipo desarrolla una solución sin costo (o de muy bajo coste) que puede ser puesta en marcha rápidamente.
4. El equipo trabaja en un problema que todos tocan y tienen conocimientos básicos sobre él.
5. El proyecto debe dar lugar a una mejora de valor clara: calidad, coste, velocidad, etc.
6. El proyecto es un experimento, y no se concretará su ejecución hasta que se capture el aprendizaje y existan "evidencias" convincentes para tirar adelante.
.
Desde luego también hay una serie de aspectos que conviene que el director evite o tenga muy en cuenta:
.
.
* No dirigirse a un área donde no exista consenso sobre la importancia de este tema para la empresa o para los clientes.
• No dirigirse a una zona que carezca de una buena visibilidad.
• No trabajar en algo en que los resultados no se verán hasta varios meses después.
• No escoger un área plagada de controversia dentro de la empresa.
• No seleccionar un área que carece de interés.
• No seleccionar algo que esté más allá del control del equipo.
• No enfocarse en un tema que ya está sometido a estudio o a cambios.
• No utilizar esto como una oportunidad para ejecutar una solución que ya está desarrollada.
Los directores y los champions no forman parte del equipo de resolución de problemas. Ellos son los que dan la aprobación. Una gran parte de su rol es responder a dos preguntas claves: ¿Por qué estamos aquí? y ¿Por qué hacemos esto? Es preciso proporcionar el contexto, proporcionar el reto creativo y subrayar la importancia del equipo. Obviamente, también es necesario hablar de la importancia de mejorar las cosas.
Una de las mejores maneras de hacer todo esto es hablar de la diferencia entre hoy y mañana, y de cómo ve esa diferencia. Conviene decir al equipo por qué han sido elegidos. Decirles el alcance y la dirección hacia la cual le gustaría que buscaran sus mejores ideas. Conviene que el director subraye que no tiene soluciones preconcebidas, que el reto específico o proyecto elegido depende de ellos, pero que el directivo está buscando una solución sencilla y de bajo costo que se puede probar fácil y rápidamente.
.
.
Es conveniente también que el directivo recalque que el compromiso de la gente del equipo y su pensamiento son más importantes que el propio resultado, y que el objetivo es aprender. Obviamente resulta fundamental que el directivo muestre su agradecimiento de antemano por el trabajo duro.
.
.
Estas son algunas de las respuestas que suelo dar cuando se me pregunta cómo dar el primer paso en la construcción de una cultura de innovación cotidiana. En suma: un equipo a la vez, una idea manejable a la vez.
Tal vez la clave principal para crear una cultura de innovación sea, sin duda alguna, la autonomía local.
Comentarios