Una de las principales causas de incendios mortales en Europa son los cigarrillos que se dejan encendidos sin vigilancia. Cada año se producen 30.000 incendios en el conjunto de la Unión Europea a causa de estos cigarrillos, hecho que provoca más de 1000 muertes y más de 4000 heridos.
La Unión Europea impone desde el 17 de noviembre un nuevo modelo de cigarrillo denominado de "tendencia reducida a la ignición".
Finlandia ya hace un año que lleva probando el invento y ello ha supuesto bajar la siniestralidad un 43 %.
El método que ha sido impuesto a las compañías tabaqueras es sencillo: se modifica la fabricación del papel para insertar dos anillos de papel más gruesos en dos secciones a lo largo del cigarrillo.
Si el cigarrillo se queda sin vigilancia y no se fuma, el tabaco al quemarse llega a uno de esos anillos y se autoextinguen debido a que el anillo restringe el suministro de aire y, por tanto, de oxígeno.
Este nuevo procedimiento reduce el tiempo de combustión de un cigarrillo encendido que no se fuma activamente y limita por tanto la posibilidad de que el fuego pueda extenderse al mobiliario, los textiles de la casa o cualquier otro material.
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