Imagínate 200 fotografías expandidas por las mesas de una sala. Algunas fotos son de personas, otras de naturaleza, otras de objetos y otras no se sabe muy bien de qué.
Cada fotografía cuenta una historia pero la historia es diferente para cada persona.
Esta es la esencia de una de las técnicas creativas más poderosas, donde las imágenes sirven de punto de partida para crear ideas o para abordar problemas.
Previamente, el facilitador de la sesión plantea una pregunta retadora que enmarca el desafío creativo. Por ejemplo: "¿Cómo ves a tu equipo en la actualidad?" o "¿Cúal es la imagen que para ti representa a un equipo ideal?"
La lista de posibilidades es ilimitada e incluso puede ser personalizada a cada situación.
Posteriormente, cada persona (es una técnica grupal) mira en silencio las imágenes y selecciona aquella imagen que mejor responda en su opinión a la pregunta formulada. Algunas respuestas son literales, otras son metáforas y la mayoría sólo son obvias para las personas que las han seleccionado.
Más tarde, se inicia un proceso estructurado donde además de explicar las fotos seleccionadas y compartir la esencia de las mismas se detectan las pautas, semejanzas y conexiones entre las "visiones" de los distintos participantes.
La técnica de "jugar con imágenes"crea una conexión entre el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo del cerebro, algo crítico en creatividad. Y además incrementa la participación, la implicación y el entusiasmo.
Arriba, la foto seleccionada por un grupo de financieros para describir cómo querían ser como equipo en el futuro. (Una vez un equipo sabe cómo quiere ser en el futuro,"sólo" falta concretar ideas para llegar allí).
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