Es posible fomentar, dentro de una organización, un entorno creativo de muchas maneras. Algunas de ellas muy sencillas. En ocasiones, es preciso hacer visible aspectos que invisibles.
Por ejemplo, tener en cuenta el espacio y la distancia a la que se encuentran las personas. Cuando las distancias son grandes, existe una tendencia a que el contacto informal disminuya.
Muchas personas no lamentan esta pérdida, pero deberían hacerlo. Cuando, en el trabajo, las personas nos tropezamos por casualidad con otras personas solemos hacer preguntas, compartir ideas y, en algunas ocasiones, llega a surgir soluciones a los problemas.
Bell Labs llevó a cabo un estudio para determinar los factores que hacían que dos investigadores pudieran colaborar. Sorprendentemente, el estudió concluyó que el mejor indicador era la distancia entre sus oficinas. Los científicos que trabajaban cerca el uno del otro tenían el triple de probabilidad de comentar temas técnicos que conducían a la colaboración que aquellos otros científicos que trabajaban a 300 metros de distancia.
A más contacto informal, más creatividad.
Bell Labs llevó a cabo un estudio para determinar los factores que hacían que dos investigadores pudieran colaborar. Sorprendentemente, el estudió concluyó que el mejor indicador era la distancia entre sus oficinas. Los científicos que trabajaban cerca el uno del otro tenían el triple de probabilidad de comentar temas técnicos que conducían a la colaboración que aquellos otros científicos que trabajaban a 300 metros de distancia.
A más contacto informal, más creatividad.
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