El asombro tiene que ver con el desarrollo de la admiración, de la sensibilidad y de la curiosidad.
La capacidad de asombro hace que reconozcamos los elementos, las dinámicas y las interacciones de las cosas. Asombrarse genera la atención y el interés, ambos pilares fundamentales para el aprendizaje y para el acto creador.
Efectivamente, el asombro es una fuerza que permite poner en marcha el entusiasmo para aprender y, de esta forma, facilitará la actitud de desaprender (tremendamente necesaria).
El asombro permite reconocer, ampliar nuestra mente, imaginar, soñar, descubrir y, en suma, llevar a cabo cada vez más con más frecuencia acciones originales y relevantes.
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y más aún si te asombran las cosas simples de la vida *o*