Cultivar la curiosidad y el interés, esto es, la asignación de atención a las cosas por sí mismas se halla en la base de la creatividad y, en consecuencia, de la innovación.
Existen distintas maneras de cultivarlas pero, sin duda, una de ellas pasa por tratar de que cada día nos sorprenda algo. Un ejemplo de ello lo tenemos en Chisen Chiu, un diseñador establecido en Taiwán. Chisen relata cómo un día tropezó con una fábrica que producía láminas de papel reciclado con estructura de abeja en los suburbios de Taipei. Intrigado por el uso de la estructura de panal para crear plataformas rígidas de cartón, pensó que aquel material podría aplicarse para crear cualquier estructura rígida.
Tras experimentar con su creatividad logró darle la forma adecuada a una idea concreta. Con esas cualidades únicas de estructura de panal, podría crearse, por ejemplo, una silla. El producto final ideado se llama FlexibleLove.
Se trata de un asiento con una extensibilidad, resistencia y rigidez asombrosa especialmente si tenemos en cuenta que el material utilizado no es otro que… ¡papel!. Una infinidad de folios de papel usados, recuperados, reciclados y propuestos de una manera inédita que ha dado lugar a un asiento extensible, compactable y multiforme que pude acoger ¡desde 1 hasta 16 personas!
Tener la mente abierta, ser curioso y tener propensión a experimentar con las cosas y con las ideas puede conducirnos sin duda a resultados creativos sorprendentes.
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