Parece evidente que la mayoría de las "nuevas" ideas que se obtienen no son tan novedosas como parecen. En realidad, se trata de rehechos, actualizaciones, mejoras modestas de cosas que ya existían y cuyo enfoque inicial a la hora de pensar en innovación era también modesto.
Por contraposición a los cambios progresivos, las ideas radicales generan las mayores recompensas en innovación (conviene tener en cuenta que radical no significa necesaricamente arriesgado).
Para que una idea sea considerada como radical debe superar al menos una de las siguientes condiciones:
1) Modificar las expectativas y los comportamientos de los clientes/usuarios
2) Alterar la base de la ventaja competitiva
3) Variar los principios económicos del sector
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C.L.