No hay ninguna correlación entre las notas (los grados) de las grandes universidades y el éxito profesional.
Las mayores donaciones a las universidades americanas provienen de personas que obtuvieron las notas más bajas, aunque luego - hay que decirlo todo - fueron exitosos en sus vidas profesionales.
Puede que tuvieran mejores cosas que hacer cuando estaban estudiando, que el hecho de tratar de complacer a sus profesores.
Hay una evidencia incontestable: las notas desincentivan el aprendizaje.
Si uno quiere ser creativo ha de hacer cosas locas y probarlas, sabiendo que muchas de esas cosas fallaran.
El fracaso es imprescindible en el aprendizaje y las notas lo estigmatizan.
El panorama actual conduce a que se esté formando a personas que muchas de ellas tienen miedo al fracaso, a la creatividad y la innovación.
Unos pocos abandonan el sistema universitario y tienen éxito (Gates, Jobs, ...), otros, pasan por él y quién sabe donde terminaran...
El sistema educativo debería repensar el paradigma por el que está funcionando.
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