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Las viudas negras



La denominada “viuda negra” es una araña. Su nombre deriva del hecho de que la hembra se come al macho después del apareamiento, sirviéndole éste de alimento.  

Para cazar a sus presas, estas arañas fingen caer de la telaraña y estar muertas. Posteriormente enredan a sus víctimas con los hilos de seda ayudándose con sus patas traseras y les inyectan una substancia neurotóxica (uno de los venenos más peligrosos que se conocen en el mundo animal) que bloquea la transmisión de impulsos nerviosos, paralizando el sistema nervioso central y produciendo dolores musculares intensos. 

Quizá no lo sepas, pero las telarañas de las arañas viudas negras son más resistentes que el acero e incluso el Kevlar, el material que se utiliza para la confección de los chalecos antibalas. 

Hace unos días se publicaba una investigación que señala cómo un grupo de científicos ha descubierto cómo consiguen las viudas negras hacer sus telarañas.

Las trampas mortales que construyen estos artrópodos están compuestas de proteínas que guardan en el interior de su abdomen y que son excepcionalmente resistentes debido a que forman unas estructuras moleculares muy complejas. Estudios anteriores habían permitido descifrar la secuencia primaria de aminoácidos que forman estas proteínas, pero no la forma en la que se hilan.

Ahora, el trabajo publicado detalla el proceso de almacenamiento, transformación y transporte que hace que las proteínas se conviertan en fibras y concluye que es precisamente la complejidad de esta estructura lo que la hace única. 

Me llama la atención que para desenredar el misterio de las telarañas los investigadores han usado la espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN), la misma técnica con la que se hacen las resonancias magnéticas médicas. 

Los resultados del hallazgo son relevantes puesto que saber cómo las viudas negras confeccionan sus telarañas puede ayudar a la creación de materiales artificiales que podrían ser útiles para nuestra vida cotidiana: tejidos de gran calidad y alto rendimiento (para miembros de cuerpos de rescate o militares), construcción de grandes infraestructuras (por ejemplo, puentes) e incluso para la biomedicina. 

Otra vez la naturaleza...

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