¿Alguna vez has tratado de resolver un desafío particularmente difícil y
finalmente decidiste que lo mejor era dar un paseo para tratar de aclarar la
cabeza? Un nuevo estudio de Stanford indica que existe una evidencia científica
de que el hecho de caminar mejora el pensamiento creativo.
El estudio publicado muy recientemente ha sido co-escrito por Marily
Oppezzo, un graduado de doctorado de Stanford, en el campo de la psicología de
la educación, y Daniel Schwartz, profesor de educación también en Stanford.
Para probar la teoría, los investigadores compararon los niveles de
pensamiento creativo de los participantes en el estudio bajo una serie de
diferentes condiciones: sentados en una sala, sentados fuera y empujados en una
silla de ruedas (para simular la experiencia visual de ir a pie), caminando en
una cinta en una habitación blanca y caminando en el exterior.
Los investigadores midieron la creatividad mediante la asignación de los
participantes a un número de diferentes tareas que requieren pensamiento
creativo. Por ejemplo, los participantes recibieron distintos conjuntos de tres
objetos diferentes y se les pidió que pensaran en usos para los objetos que no
fueran su función típica. Cuantos menos participantes daban una determinada
respuesta, más puntos se asignaba a esa idea como creativa. También se
eliminaban las respuestas que no constituían aplicaciones adecuadas a los objetos
(si decían por ejemplo que se podía utilizar un neumático de camión como un
anillo del dedo meñique).
Los resultados fueron contundentes: caminar de forma consistentemente
generaba niveles mucho más altos de creatividad que estar sentados. Para los
participantes evaluados dentro de la sala, caminar en una cinta producía una
mayor creatividad (evaluada en un 60 % más) en comparación con las personas que
estaban sentadas en esa misma sala.
En otra prueba, se pidió a los participantes que expresasen analogías
complejas a partir de frases básicas. El 100 % de los participantes que
paseaban en el exterior fueron capaces de llegar a por lo menos un analogía
compleja y completamente original, en comparación con únicamente el 50% de los
participantes que estaban sentados en el interior de la sala.
Los investigadores subrayan, eso sí, que caminar no parece tener ningún
efecto positivo sobre el tipo de pensamiento que utilizamos cuando estamos
enfocados en responder a problemas que tienen una única respuesta correcta.
En todo caso, cuando tengas un reto creativo sal al exterior y pasea. Las
musas te serán más propicias que si te quedas encerrado en una habitación.
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