Hace unos días, se ha presentado un
nuevo material en la reunión de la Asociación Americana de Química.
El hallazgo se sitúa en el emergente y pujante campo de la llamado biomimética (del cual ya he hablado varias veces en este blog), en el que los científicos se inspiran en la naturaleza y adaptan los sistemas biológicos de plantas y animales para su uso en la medicina, la industria u otros campos.
En concreto, el nuevo material flotante, ha sido diseñado imitando las patas largas y delgadas de los insectos tejedores que caminan sobre el agua.
El material está hecho de un aerogel, compuesto por nanofibras de la celulosa de las plantas. Los aerogeles son tan ligeros que a algunos de ellos se les denomina "humo sólido" (por dar una idea más concreta, los diámetros de la fibrillas de nanocelulosa son tan diminutos que 50.000 de ellas encajarían en el punto y aparte de esta frase. Se estima, por otra parte, que si el David de Miguel Ángel estuviera hecho de este aerogel en lugar de mármol, pesaría poco más de 2 kilos).
Estos
materiales tienen propiedades espectaculares y pueden ser
utilizados de manera práctica. El material no es solo
altamente flotante, sino que es capaz de absorber grandes cantidades de aceite,
abriendo el camino para su posible uso en la limpieza de derrames de
petróleo. El nuevo material podría flotar sobre la superficie,
absorbiendo el aceite sin hundirse. Los operarios, a continuación,
podrían rescatarlo y recuperar el aceite.
Además, de la limpieza de los derrames de petróleo su palicación podría ir hasta la creación de productos tales como sensores para detectar la contaminación ambiental, robots miniaturizados e incluso juguetes infantiles y flotadores prácticamente insumergibles.
Además, de la limpieza de los derrames de petróleo su palicación podría ir hasta la creación de productos tales como sensores para detectar la contaminación ambiental, robots miniaturizados e incluso juguetes infantiles y flotadores prácticamente insumergibles.
La celulosa es el polímero más abundante en la Tierra, una materia prima renovable y sostenible. Ello puede tener un gran valor para ayudar al mundo a adaptarse a materiales que no requieren de petróleo para la fabricación y su uso no influye en el suministro de alimentos o en los precios, como el maíz u otros cultivos.
Comentarios