La memoria humana es asociativa. Recuerda "toda" la información almacenada usando solamente cierta parte de la misma. Con frecuencia, nos llega determinada información - insuficiente - que en nosotros evoca recuerdos más completos que pugnan por ser claramente recordados. Proferimos entonces expresiones tales como "lo tengo en la punta de la lengua", expresando que nuestra memoria asociativa está luchando por completar nuestros recuerdos. Otras veces, solemos golpear con la palma de la mano nuestra frente como tratando de despertar al cerebro para que nos proporcione los recuerdos completos.
La calidad de la memoria asociativa se caracteriza por varios parámetros como capacidad (número máximo de objetos que pueden ser "cargados" simultáneamente en la red neuronal), viveza (número mínimo de datos para que nuestra memoria recuerde el objeto concreto), firmeza, estabilidad de la red neuronal (para que lo grabado no desaparezca como consecuencia de perturbaciones exteriores), etc.
Una gran parte de la creatividad puede contemplarse como transformación de los
elementos existentes creando nuevas combinaciones que responden a
exigencias específicas o que de alguna manera resultan útiles. Y, esto es precisamente, asociar.
Cuanto más alejadas estén las ideas de la nueva combinación tanto más creativo será el producto o la solución.
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RZ