En muchas organizaciones, es muy común una extraña deferencia hacia el superior jerárquico. Ciertos modelos de liderazgo y planteamientos basados en la jerarquía han generado una tendencia a decir a los superiores aquello que quieren o esperan escuchar y a ser sucintos en cuestión de malas noticias.
De este modo, las lecciones que podrían ser aprendidas a partir de los distintos sucesos quedan suprimidas.
Para no eliminar esta posibilidad de evolución debemos superar el miedo a "decir la verdad al poder".
Comentarios